No me agradan las placas ni las calles dedicadas y de ahí que no tengo ninguna. Sólo en el momento en que me haya muerto me parecerán bien, por el hecho de que ya no me parecerán nada. Lo destacado del pueblo es que me resulta comodísimo por el hecho de que nadie me hace mucho más caso que el preciso para dejarme en paz. Así que, por esa paz que no cabe festejar en placas, les agradecería que indulten al alcalde.
En Septiembre, el 7 a las 7, empieza en pruebas esRadio; y el lunes siguiente, espero que de manera determinante, proseguimos con la programación completa.