Enamorada de su modo de vida, tiene las ideas claras y la suficiente ambición como para conseguir todo cuanto se propone. Hasta que, por fundamentos de trabajo, es trasladada a una isla alejada de las considerables aglomeraciones. Esta, naturalmente, sale en defensa de su amiga, lo que acaba ocasionando confiese que fue Haziran quien llevó a la ruina a Poyraz sin quererlo.
Alper, evidentemente, tiene toda la intención de confesarle a su mejor amigo que se ha enamorado de la mujer que le destrozó la vida.